Para profundizar más en materia de reciclaje y sus sistemas conseguimos cerrar una visita con Limpieza de Málaga S.A., concretamente en su planta de recolección y separación de plástico. Tanto investigadores como estudiantes pertenecientes al proyecto (becarios y colaboradores) asistieron para conocer de primera mano la planta.
Algunos detalles que conocimos nada más llegar bastante interesantes:
- ¡Es autosuficiente! En la zona donde está situada la planta hay un vertedero de residuos orgánicos. Estos residuos son enterrados de forma que mientras se van degradando expulsan gases. Los gases son tratados y redirigidos a un generador de energía capaz de alimentar a todas las plantas de reciclaje y entregar la energía sobrante a la ciudad de Málaga. ¡Sin duda increible!
- La planta fue recientemente automatizada disminuyendo el número necesario de operarios y optimizando el sistema
Tras llegar a la planta, todo los residuos plásticos y envases depositados en el contenedor amarillo, se introducen en el sistema de clasificación de materiales.
Primero pasan por un cribado en el que con ayuda de un sistema de caída para residuo plano y ascenso para residuo rodante se van separando según la geometría del residuo. Cuatro cintas transportadoras en pendiente, que disponen de pequeños salientes en forma de escalón, realizan un movimiento de elevación intercalado que permite separar los residuos según su forma: los plásticos y envases redondos se elevan dentro de la máquina hasta incorporarse en una cinta mientras que los planos caen y llegan a otra diferente.
Ambas cintas tienen un proceso de magnetización que permite separar el material, plástico por un lado y aluminio por otro. Por si no fuera suficiente más adelante existen otras opciones de separación.
Tanto los residuos redondos/cilíndricos como planos pasan por un primer cribado según su composición. A continuación realizan un segundo, en ambos casos, con ayuda de un sensor óptico que les permite separarse en PET o envases bricks (y otros plásticos). Funcionamiento de la cinta clasificadora de plástico. Monitorización con sistema “óptico” guiado por láser, este proceso clasifica el material según su densidad y con ayuda de unos sopladores de aire a presión van quitando/esparciendo el material con las características indicadas a un lado y a otro de la cinta (sistema de cribado).
Conseguir correctamente cada material es una tarea muy complicada; durante la visita se explicó el margen de error que podían presentar los sensores ópticos: únicamente un 7%. Esto nos sorprendió bastante. No obstante, el residuo generado por los ciudadanos y depositado en los contenedores ya presenta errores en la clasificación del vertido en los distintos contenedores que acarrea problemas en cuanto a la separación desde el hogar, aumentando así el fallo de la maquinaria en la planta.
Por eso desde MAREA os dejamos los siguientes TIPS que pueden ayudar a mejorar esta clasificación de plásticos y por tanto hacer más efectivo el reciclaje.
- No dejar ningún líquido dentro de los envases. Si cambia el peso del envase… es tratado de diferente forma y por lo tanto puede acabar siendo in-reciclable.
- Lo mismo aplica con otros envases como tuppers o platos de plástico, mejor verterlos limpios y sin nada dentro.
- Importante: CINTAS DE VIDEO antiguas… o materiales similares bobinados que no llegan a ser puramente de plástico. Aparte de no poder ser recicladas con métodos tradicionales son fuente de atascos y problemas en la maquinaria de la planta.
Los distintos residuos llegan hasta una zona de compactación, donde si son aluminio de latas, plástico PET o de otro tipo se van agrupando y amontonando para ser retirados por las empresas que tengan un contrato con Ecoembes y cuyo objetivo sea revalorizar, entre otros, dicho material residual. Como conclusión indicar que la información suministada por los resposanbles de la planta a nivel técnico y científico permitió al equipo de trabajo tener una idea más clara para potenciar y mejorar la propuesta de proyecto inicial incrementando el nivel de sensibilización y educación ambiental, así como, la inclusión de mejoras en los procesos llevados a cabo por cada prototipo a desarrollar.
